El trabajo es para Karl Marx una facultad exclusiva del hombre. Mientras
que el animal actua de manera instintiva sobre la naturaleza y no se diferencia
de ella, el hombre realiza una actividad creadora, libre y consciente orientada
a fines: la producción. Producir mediante el trabajo humano expresa su rasgo
esencial. El hombre a diferencia del animal no se limita a tomar de la
Naturaleza, sino que concientemente busca modificarla. De ahí que el trabajo
sea el concepto fundamental de lo humano, su ser genérico universal. El
trabajo, como actividad productiva libre, es la actividad en la que el ser
humano expresa su humanidad, su verdadera naturaleza.
De este modo el trabajo es la actividad vital que se presenta a los
hombres, se revela como realización de la personalidad y las potencialidades
humanas.
Karl Marx - (1818 - 1883) |
Es llamativo que en tiempos actuales, a inicios del siglo XXI, se
sigan escribiendo este tipo de cosas. Mas cuando ya hace mas de un siglo que
los trabajadores conscientes de su explotación y sus
pesimas condiciones de trabajo, comenzaron a luchar por mejorar
su situación En efecto, las ideas socialistas y anarquistas llegadas
al país junto con las sucesivas oleadas inmigratorias ya
comenzaron a cuestionar las evidentes contradicciones sociales que generaba el
modelo agroexportador en el país a comienzos del siglo XX.
Alfredo Palacios - (1880 - 1965) |
Sin embargo, esta claro que dicha ley no se
cumple. Principalmente creemos que esto deriva de 4 motivos principales, que a su vez responden a 4 actores sociales diferentes:
1) El Estado que no lleva a cabo una
eficiente política de aplicación de la Ley de Silla. Esto
puede deberse a variados motivos, como la corrupción en las
inspecciones, el dedicar recursos a otras cuestiones o simplemente el
completo desinterés.
2) Los empleadores de los diferentes rubros, ya sea
comercial o industrial, profundamente imbuidos de la cultura capitalista de la
ganancia, la cual hace que pierdan todo tipo de interés por la
humanidad del trabajador. Es así que se explica
la asociación de una persona sentada a la pereza o vagancia, o que
se priorice la "imagen" frente
al potencial cliente que la salud del trabajador.
3) Aquellos quienes son indiferentes a la problemática,
y que efectivamente contribuyen a la explotación del trabajador
mediante una actitud egoista y que solamente prioriza sus exigencias. Estos son
generalmente quienes consumen lo producido o el servicio brindado por los
trabajadores.
4) Los propios trabajadores victimas de la explotación Quizá para ellos es mas
entendible, ya que el temor a perder el empleo ante una queja paraliza
cualquier reivindicación.
Creemos que al mismo orden en que fueron presentados los puntos
anteriores corresponde el orden de grado de culpabilidad.
Evidentemente el principal culpable es el Estado, seguido de quienes
concretamente llevan a cabo la explotación. Seguido vienen aquellos
indifirentes a quienes les aterra o ver a un "vago" sentado o les da
exactamente lo mismo lo que pueda estar sufriendo el otro. Para terminar con
los trabajadores, quienes tan solo son "culpables" de no poder
desarrollar una conciencia lo suficientemente poderosa como para poder pelear
por sus derechos.
Ante este panorama, consideramos que tener que establecer algo tan
natural y humano como el derecho a sentarse a los trabajadores mediante una ley
es revelador de la degradación de humanidad que genera la cultura
capitalista de la ganancia. De todos modos, y ante el lamentable convencimiento
de que ni las relaciones de producción capitalistas
como así tampoco la cultura dominante que las
rodea sucumbirán de un día para el otro en la Argentina,
proponemos una nueva Ley. Pretendemos que la misma sea superadora y este
actualizada respecto a la sancionada en 1935. A su vez, la lucha por una
nueva ley podrá servir para concientizar sobre esta problemática al
tiempo que pondrá en evidencia la actitud del Estado en querer
solucionarla o no.
Logremos este pequeño paso que contribuirá a la lenta pero
progresiva reconstrucción del trabajo como actividad humana y
pontenciadora del hombre.
Por un trabajo digno y
humano, LEY DE SILLA para la ciudad!
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