lunes, 9 de septiembre de 2013

RESPUESTA DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD SOBRE LA APLICACIÓN DE LA LEY DE SILLA


Comiendo una hamburguesa en McDonalds o yendo a comprar alguna prenda en un local de ropa; viendo al guardia de seguridad o los cajeros en Farmacity; todas estas situaciones que llevaron a hacernos una pregunta: ¿ Acaso hace muchos años no se había sancionado una ley que les daba el derecho a poder sentarse a los trabajadores? Y si efectivamente fue así, ¿ No se esta cumpliendo ? ¿ se había derogado ?

Evidentemente quien sabría darnos la mejor respuesta al respecto no seria otro que el Gobierno de la Ciudad (tomando en cuenta que la problemática es observada en esta jurisdicción). Es así que, a través de un pedido de información publica (mediante lo establecido por la Ley de la Ciudad n° 104), le preguntamos  lo siguiente:

1 - ¿Tiene vigencia la Ley 12.205 (Ley de la Silla) en la Ciudad de Buenos Aires?. En caso de respuesta afirmativa  ¿ Se aplica ? 

2 - ¿ Cuales son los mecanismos de supervisión para su cumplimiento ? En caso de incumplimiento ¿ cuales son las penalidades aplicadas?

3 - Informe el numero de infractores de la ley 12.205 registrados en los últimos años. 

La respuesta del Gobierno no merece otro calificativo mas que vergonzosa. Demuestra un claro desinterés por la gente que todos los días sufre la sobreexplotación en sus trabajos:

1 - " La Ley 12205 es de aplicación en la Ciudad de Buenos Aires, el cumplimiento de la misma se fiscaliza y/o verifica a través de la Inspección de Policía de Trabajo de Normativa Laboral en caso de existir denuncia por incumplimiento de dicha Ley no habiendo sido objeto de denuncia en los últimos 10 años".

2 - " Los mecanismos de supervisión, sin perjuicio de la existencia de una denuncia, se realizan a partir de los Inspectores de Normativa Laboral, quienes en caso de verificar el incumplimiento labraran acta de infracción e intimaran a la adecuación de la conducta, otorgando un plazo para ello, luego lo cual por medio de otra inspección se verificara la adecuación o no a la conducta infringida".

3 - "No se registran incumplimientos e infracciones a la Ley 12205 en los últimos años, ya que no han existido denuncias sobre la misma y en el supuesto en que el Inspector registrara el incumplimiento de dicha ley, se produce la adecuación en el momento".



Respuesta del Gobierno de la Ciudad  - Copia del original 

Repasando esta respuesta al parecer no hay infractores, es decir, todos para el gobierno de la ciudad cumplen con la Ley de Silla. Están diciendo que no existen quienes pasen 6 u 8 horas de pie si poder sentarse. Ah perdón, si los inspectores vieron que eso no se cumple lo solucionaron en el momento!! (me imagino, salieron corriendo a comprar las sillas).

Basta de que se nos rían y mientan en la cara; si alguien considera que esta respuesta es valida por favor háganos saberlo, porque quizá efectivamente es así y todo lo que observamos día a día es una ilusión. Si en cambio se sienten tan engañados como nosotros, también participen y cuenten su experiencia. Vamos todos juntos por mejorar esta situación y lograr un verdadero cambio cultural!.









jueves, 5 de septiembre de 2013

Un poco de historia y panorama actual


El trabajo es para Karl Marx una facultad exclusiva del hombre. Mientras que el animal actua de manera instintiva sobre la naturaleza y no se diferencia de ella, el hombre realiza una actividad creadora, libre y consciente orientada a fines: la producción. Producir mediante el trabajo humano expresa su rasgo esencial. El hombre a diferencia del animal no se limita a tomar de la Naturaleza, sino que concientemente busca modificarla. De ahí que el trabajo sea el concepto fundamental de lo humano, su ser genérico universal. El trabajo, como actividad productiva libre, es la actividad en la que el ser humano expresa su humanidad, su verdadera naturaleza.

De este modo el trabajo es la actividad vital que se presenta a los hombres, se revela como realización de la personalidad y las potencialidades humanas.

Karl Marx - (1818 - 1883)

Ahora bien, bajo el panorama que nos brinda día tras día nuestro sistema actual me pregunto: ¿ podemos caracterizar al trabajo como la actividad en que el ser humano expresa su humanidad al tiempo que se diferencia del animal? tomaríamos nuestras reservas frente a quien responda de manera positiva al respecto. En efecto, lo que creemos es que efectivamente el trabajo esta expresando al ser humano, pero a uno en particular, degradado y animalizado: el ser humano explotado. No hay duda de que el trabajo en el sistema capitalista ha tendido a "animalizar" al hombre, por lo que este ha dejado de ser aquella herramienta mediante la cual el hombre se realiza como persona y expresa sus potencialidades, pasando mas bien en muchos casos a ser una tarea cargosa, mecánica y destructora del desarrollo personal. 

Es llamativo que en tiempos actuales, a inicios del  siglo XXI, se sigan escribiendo este tipo de cosas. Mas cuando ya hace mas de un siglo que los trabajadores conscientes de su explotación y sus pesimas condiciones de trabajo, comenzaron a luchar por mejorar su situación  En efecto, las ideas socialistas y anarquistas llegadas al país junto con las sucesivas oleadas inmigratorias ya comenzaron a cuestionar las evidentes contradicciones sociales que generaba el modelo agroexportador en el país a comienzos del siglo XX. 

Alfredo Palacios - (1880 - 1965)
Es en este contexto de crisis social en el cual debe enmarcarse el origen de la Ley de la silla de 1907 del socialista Alfredo Palacios, que obligaba al empleador a proveer una silla con respaldo a sus empleados de todo rango. Establecía que todos los trabajadores tienen derecho a que su empleador mantenga un numero suficiente de sillas o asientos que les permita descansar durante la jornada laboral. Tras varios años de idas y vueltas, la ley fue finalmente sancionada en el año 1935, la misma que rige hasta la actualidad. 

Sin embargo, esta claro que dicha ley no se cumple. Principalmente creemos que esto deriva de 4 motivos principales, que a su vez responden a 4 actores sociales diferentes:

1) El Estado que no lleva a cabo una eficiente política de aplicación de la Ley de Silla. Esto puede deberse a variados motivos, como la corrupción en las inspecciones, el dedicar recursos a otras cuestiones o simplemente el completo desinterés. 

2) Los empleadores de los diferentes rubros, ya sea comercial o industrial, profundamente imbuidos de la cultura capitalista de la ganancia, la cual hace que pierdan todo tipo de interés por la humanidad del trabajador. Es así que se explica la asociación de una persona sentada a la pereza o vagancia, o que se priorice la "imagen" frente al potencial cliente que la salud del trabajador.

3) Aquellos quienes son indiferentes a la problemática, y que efectivamente contribuyen a la explotación del trabajador mediante una actitud egoista y que solamente prioriza sus exigencias. Estos son generalmente quienes consumen lo producido o el servicio brindado por los trabajadores. 

4) Los propios trabajadores victimas de la explotación  Quizá para ellos es mas entendible, ya que el temor a perder el empleo ante una queja paraliza cualquier reivindicación. 

Creemos que al mismo orden en que fueron presentados los puntos anteriores corresponde el orden de grado de culpabilidad. Evidentemente el principal culpable es el Estado, seguido de quienes concretamente llevan a cabo la explotación. Seguido vienen aquellos indifirentes a quienes les aterra o ver a un "vago" sentado o les da exactamente lo mismo lo que pueda estar sufriendo el otro. Para terminar con los trabajadores, quienes tan solo son "culpables" de no poder desarrollar una conciencia lo suficientemente poderosa como para poder pelear por sus derechos. 
  
Ante este panorama, consideramos que tener que establecer algo tan natural y humano como el derecho a sentarse a los trabajadores mediante una ley es revelador de la degradación de humanidad que genera la cultura capitalista de la ganancia. De todos modos, y ante el lamentable convencimiento de que ni las relaciones de producción capitalistas como así tampoco la cultura dominante que las rodea sucumbirán de un día para el otro en la Argentina,  proponemos una nueva Ley. Pretendemos que la misma sea superadora y este actualizada respecto a la sancionada en 1935. A su vez, la lucha por una nueva ley podrá servir para concientizar sobre esta problemática  al tiempo que pondrá en evidencia la actitud del Estado en querer solucionarla o no. 

Logremos este pequeño paso que contribuirá a la lenta pero progresiva reconstrucción del trabajo como actividad humana y pontenciadora del hombre. 

Por un trabajo digno y humano, LEY DE SILLA para la ciudad!